¿Qué información podemos obtener midiendo la percepción de los expertos?

29 de julio de 2022

Conclusiones del Índice de Esfuerzo del Dividendo Demográfico en Uganda

Por Carolina Cardona, Stella Kigozi, Molly Moesner, Jean Christophe Rusatira, Jotham Musinguzi

Los cambios en la estructura por edades de la población no se traducen en crecimiento económico sin las inversiones adecuadas: requieren esfuerzos conjuntos establecidos por múltiples sectores.

Hasta la fecha, se han desarrollado múltiples marcos y herramientas para conceptualizar el aspecto multisectorial del dividendo demográfico, y para hacer un seguimiento de los progresos realizados por los países en el establecimiento de un entorno político favorable para aprovechar los beneficios de un dividendo demográfico.

Algunas de esas herramientas y marcos son, DemDiv desarrollado por el Health Policy Project y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), y Los cuatro dividendos desarrollado por el Population Reference Bureau (PRB).

Evidentemente, necesitamos herramientas como éstas para hacer un seguimiento de los cambios continuos que captan las medidas objetivas centradas en los resultados, como la edad media de la población, la tasa global de fecundidad, las tasas de mortalidad infantil y de menores de cinco años y la proporción de mujeres en el mercado laboral, entre otras.

Sin embargo, los cambios en estos resultados no se producen de la noche a la mañana. Tenemos que invertir en ellos y contar con políticas que apoyen estos cambios. Podemos pensar en estas "inversiones" como esfuerzos que deben realizarse antes de que podamos observar cambios en los indicadores de resultados que seguimos.

La idea de medir el nivel de esfuerzos existentes en un país para promover el cambio en los indicadores de producción no es nueva. Una herramienta muy consolidada, desarrollada a principios de los años 70, es el Índice de Esfuerzo en Planificación Familiarque ha recogido periódicamente datos de cerca de 100 países. Herramientas similares son el Índice de Esfuerzo de los Programas contra el SIDA y el Índice de Esfuerzo de los Programas Maternos y Neonatales. Estas herramientas ofrecen varias ventajas a los países, sobre todo a efectos de planificación y evaluación. Sin embargo, miden los esfuerzos en silos, a pesar de la interconexión y la sinergia potencial entre estos sectores, especialmente cuando se habla del dividendo demográfico.

En el caso de Uganda, la Visión Uganda 2040 prioriza las inversiones que empoderen a los jóvenes, aceleren el cambio demográfico e impulsen la innovación y la competencia. Además de la Visión 2040, Uganda elaboró la Política Nacional de Población 2020 para promover el desarrollo socioeconómico sostenible y aprovechar el potencial del dividendo demográfico del país.

En la actualidad, el progreso se mide mediante el seguimiento de indicadores de resultados sin tener demasiado en cuenta el nivel de esfuerzos que se realizan para generar el cambio. En 2021, el Consejo Nacional de Población de Uganda, en colaboración con el Instituto Bill y Melinda Gates de Población y Salud Reproductiva de la Universidad Johns Hopkins, detectó esta laguna de datos y decidió colmarla recopilando datos mediante la herramienta Índice de Esfuerzo del Dividendo Demográfico (DDEI).

El DDEI está estructurado en seis sectores: i) Planificación familiar; ii) Salud materno-infantil; iii) Educación; iv) Capacitación de la mujer; v) Mercado laboral; y vi) Gobernanza e instituciones económicas.

Los datos se recogieron a través de una encuesta en línea que evaluaba la percepción de los expertos que proporcionaron su juicio sobre los detalles de los esfuerzos nacionales para establecer un entorno político favorable para aprovechar un dividendo demográfico. La encuesta se realizó entre noviembre de 2021 y enero de 2022. El equipo identificó intencionadamente a 105 expertos que representaban a los seis sectores mencionados. Cada participante respondió al cuestionario únicamente en su sector de especialización, y todas las respuestas se registraron en una escala de Likert de 10 puntos.

Cada cuestionario se estructuró en torno a cinco dimensiones: política, servicios o programas, promoción, investigación y sociedad civil. El DDEI sectorial se estimó entonces como la media de todas las preguntas pertenecientes a un sector. Para el índice global, multiplicamos por diez todas las medias sectoriales y las dividimos por el número total de sectores. Nuestro índice osciló entre 0 y 10.

De los 105 expertos encuestados, 19 pertenecían al sector de la planificación familiar, 18 al de la salud maternoinfantil, 21 al de la educación, 23 al de la capacitación de la mujer, 12 al del mercado laboral y 12 al de la gobernanza y las instituciones económicas. Los participantes trabajaban en distintos tipos de organizaciones, como universidades, organizaciones de la sociedad civil, confesionales, del sector privado y sin ánimo de lucro.

El DDEI global fue de 6,03 [IC 95%: 5,79-6,28]. La Salud Materno-Infantil registró el índice más alto (6,48 [IC 95%: 5,72-7,24]), mientras que el Mercado Laboral tuvo el más bajo (5,28 [IC 95%: 4,70-5,87]). El índice de esfuerzo entre los expertos en Planificación Familiar se situó en el medio, 5,86 [IC 95%: 5,40-6,32]. La dimensión política, que preguntaba por las políticas existentes en los gobiernos central y local, registró el índice más alto en Planificación familiar, Salud materno-infantil y Mercado laboral-6,23 [IC 95%: 5,71-6,75], 6,69 [IC 95%: 6,04-7,33] y 5,83 [IC 95%: 5,16-6,50], respectivamente. En estos mismos sectores, la disponibilidad de servicios o programas obtuvo el índice más bajo. La percepción media de los expertos que cumplimentaron los cuestionarios de Educación y Empoderamiento de la mujer mostró un patrón similar: ambos sectores obtuvieron el índice más alto en la dimensión de promoción -6,62 [IC 95%: 5,96-7,28] y 6,44 [IC 95%: 5,80-7,07], respectivamente- y el más bajo en cuanto a políticas y disponibilidad de servicios o programas.

Nuestros hallazgos en los sectores de Planificación Familiar, Salud Materno-Infantil y Mercado Laboral sugieren que Uganda cuenta con políticas para abordar los problemas en estos sectores. Sin embargo, estas políticas no parecen traducirse en acciones, dado que reportaron el índice más bajo en la provisión de servicios o programas. Las estimaciones comunicadas por los expertos en Mercado Laboral reflejan la recesión económica que experimentó el país debido a la pandemia de COVID-19, y deberían utilizarse para mejorar la resistencia del mercado laboral ante cualquier choque futuro.

En abril de este año, presentamos las conclusiones del DDEI a un grupo de expertos en Kampala (Uganda). El Consejo Nacional de Población de Uganda organizó este taller con la intención de suscitar el debate y elaborar recomendaciones que puedan traducir las políticas existentes en acciones. En este blog no ofreceremos una lista detallada de las recomendaciones políticas, sino los aspectos más destacados de los sectores de Planificación Familiar, Salud Materno-Infantil y Mercado Laboral. Los expertos indicaron que el país necesita mejorar los programas actuales de planificación familiar mediante campañas de promoción, dada la cobertura inadecuada de los servicios de planificación familiar y el acceso desigual a la información y el acceso a la planificación familiar, además de los recursos limitados. En cuanto a la salud materno-infantil, el país debería considerar la adopción de plataformas digitales para ampliar el acceso a los servicios de salud materno-infantil. Por último, recomendaron la puesta en marcha de un sistema funcional de información sobre el mercado laboral para promover la difusión de oportunidades de empleo.

En conjunto, consideramos que la aplicación de la herramienta DDEI en Uganda ha sido un éxito, dada la elevada tasa de cumplimentación (82%) y la diversidad de procedencias de los encuestados que produjeron estos resultados informativos. Aunque la recopilación de los datos requirió mucha atención y coordinación con los participantes, los conocimientos obtenidos de este estudio pueden servir como recursos útiles para los principales responsables de la toma de decisiones. El Consejo Nacional de Población de Uganda tiene la oportunidad de utilizar estos resultados para orientar los debates y generar recomendaciones estratégicas para el gobierno local y acelerar el progreso en todos los sectores, de forma que se puedan producir mayores cambios en los indicadores de resultados y se puedan aprovechar plenamente los beneficios del dividendo demográfico.

 

 

Vea a continuación las fotos del taller organizado por el Consejo Nacional de Población de Uganda con el apoyo del Instituto Bill y Melinda Gates de Población y Salud Reproductiva y el Fondo de Población de las Naciones Unidas en el que se debatieron los resultados del DDEI en Uganda:

 

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